30.12.09

The Brakes: "Desde el atentado de las torres gemelas, vivimos en la era del terror"


Eamon Hamilton –fundador, guitarrista y voz de Brakes– no ha podido esperar mucho tiempo después del éxito del primer álbum de Brakes, Give Blood (Rough Trade, 05), que condensaba en menos de media hora un sonido compacto e impredecible que en su segundo disco, The beatific visions, se vuelve “aún más libre perdiendo cualquier noción de límites”. En otra ración breve de sus habilidades, Brakes pasan del country hipertrofiado al punk destripado, sin olvidar alguna incursión encomiable en el difícil pantano de la balada acústico-sentimental. “En este disco hemos intentado profundizar en la amplia gama de emociones que ofrecíamos en Give Blood. Cuando uno escucha nuestro nuevo álbum lo encuentra menos errático que su predecesor. Además, The beatific visions suena mucho mejor: después de tocar durante todo el 2005 y 2006 hemos descubierto que nos entendemos sorprendentemente bien”. Completan la alineación etílica –Brakes se formaron a causa de una borrachera suponemos que memorable que tuvo lugar en el 2002– Tom White (guitarra), Marc Beatty (bajista) y Alex White (batería). “The beatific visions tenía que ser un disco de duración estándar, que no bajara de los 45 minutos. Pero al final muchas de las canciones acabamos acelerándolas y el álbum se quedó en 27 minutos. Y es curioso, porque muchas de ellas ahora las tocamos más lentas, en directo…”. Será un problema de frenos (brakes), que los de Brighton no tienen muy controlados, de momento. Si el primer disco fue más o menos catalizado gracias al alcohol, este segundo toma el título de las experiencias con setas alucinógenas que Eaton y compañía ingirieron en Nashville durante la grabación del álbum. “Además, el título jugaba con un fervor religioso del cual adolecemos y que los estadounidenses conservan en perfecta forma”, declaró Hamilton, contento de poder despacharse a continuación con ciertas situaciones actuales que le preocupan. “Desde el atentado de las torres gemelas vivimos en la era del terror, donde el ‘miedo nos mantiene bajo control’”, dice, refiriéndose a “Margarita”, una de las canciones con mensaje del álbum junto al arrebato punk de “Porcupine or pineapple”, que critica la guerra de Irak “después de leer la premsa una mañana de abril del 2006 y darme cuenta de la brutalidad de lo que allí está pasando”. Junto a estas, es reseñable también el esfuerzo de Hamilton por demostrarnos la inutilidad de la comunicación telefónica en “Mobile communication”: “Cuando nos quedamos sin móvil nos sentimos totalmente perdidos, sin saber qué hacer, aunque en realidad de poco sirvan, los teléfonos. Es una situación parecida a cuando en Londres se estropean las máquinas del metro y la gente sigue sintiendo la necesidad de pagar”.

Publicat a Mondosonoro (2006)

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