
"Nada importa nada". ¡Glups!
«La Nada es un disco oscuro, un encuentro con la sombra que llevamos dentro. Es un antes y un después, en mi vida personal. Escribir estas 11 canciones me ha servido para curarme». Influidas por la lírica destructiva de Panero, las letras claustrofóbicas de su nuevo disco plantan cara a la muerte con una locura y pasión románticas de alto voltaje. «Hablar de la muerte es algo tabú, en nuestra sociedad, y en cambio es algo que tenemos siempre presente. El día que muramos será nuestro gran día, aunque no queramos ser conscientes de ello. En la música, la mayoría de cantantes dicen lo que se quiere escuchar, y si en inglés ha habido ejemplos valientes como Leonard Cohen o Tim Buckley cuando hablas de la muerte en castellano aún sigue pareciendo raro». Ann recomienda tirarse al vacío como lo ha hecho él en este disco, que no acepta ni audiciones superficiales ni tampoco escuchas demasiado continuadas, debido a la alta carga depresiva tanto de las atmósferas como de los textos. «Las canciones están vivas y son fruto de haberme enfrentado a la nada durante mucho tiempo. Es un disco irrepetible, es un pulmón latiendo: en las canciones los estribillos no se repiten, cambian de acordes, la sensación que tengo cuando las escucho es de ver a alguien caminando, aunque no sepa hacia dónde. A nivel interpretativo me dejo llevar por el verso, y a menudo el resultado es altivo, de alguien que canta de pie, con el pecho en alto. Es algo totalmente planificado: a mí me gustan los cantantes que saben pronunciar las palabras…» El desgarro con el que Ann escupe sus versos no tiene nada que ver con impostaciones o llantos maquillados. «Siempre grabo las canciones de un tirón, no acepto los pinchazos, esto es, ir cogiendo de cada toma la mejor interpretación… Soy una persona que lo vive todo muy intensamente, y no lo acepto si no es de verdad, por este motivo la voz con la que canto en estas canciones es la única opción que tenía para que sonaran auténticas». Fiel a la máxima que aparece en la portada del libreto que acompaña el disco («La nada que no se manifiesta / no tiene verdadera existencia», Ibn al’arabi), Carlos Ann se muestra muy satisfecho de su disco más difícil y nos recomienda una vez más, antes poner punto y final a la hora y cuarto de charla angustiante, el camino purificador del descenso a los infiernos. «El trayecto de La Nada es parecido al de Apocalypse Now. Es un camino que te hace reflexionar sobre la sombra oscura que llevas dentro, es irse al abismo porque quieres librarte de todo».

Carlos Ann y Leopoldo 'Frankenstein' Panero
El influjo de Panero
«Con Panero entré en un mundo muy peligroso: llegué a sumergirme en el mundo de sus poemas, y el dolor era muy placentero. Tuvieron que venir a sacarme ahí dentro…» Carlos Ann nos cuenta cómo a raíz del doble disco que dedicó a Leopoldo María Panero –ingresado en el psiquiátrico de Mondragón, en Las Palmas de Gran Canaria, desde hace veinte años– empezó a sentir una fascinación irrefrenable por los versos del poeta maldito. «“La toma, el efecto y la bajada”, penúltima canción de La Nada, tiene una letra muy influida por Panero: convierte algo muy físico en puramente mental, como él hace a menudo en sus poemas». En la canción, Carlos Ann se hunde en un pozo saturado de oscuridad para contárnoslo con voz desgarrada: «El bajo astral ansioso, vicioso e infatigable / porque ya no teme a la muerte, / te dicta mensajes subliminales para hacer crecer / la sombra oscura y continuar consumiendo». Unas cuantas canciones antes, «Maldito viernes» nos habla indirectamente del sufrimiento y la adicción, ejes centrales de la obra de Panero: «Y nos proclamamos “irresponsables”, / disfrazamos al dolor, / lo emborrachamos, / y su aliento es mi droga / sé que jamás habrá otra sustancia, / que me haga tocar el cielo / que ya no es negro, / es sólo un falso techo que hoy / me separa de ti». «Esta canción trata sobre todo aquello que te atrapa, sobre cuando has probado algo que te gusta tanto que no lo puedes dejar…». Igual que le pasó a él con Panero, a quien se vio obligado a consagrar el doble disco que lleva su nombre y este nuevo, escalofriante disco.
Publicat a Mondosonoro (2007)
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