16.1.10

A star called sun - Entrevista con Brazzaville

David Brown, aka Brazzaville
A David Brown cada vez le queda más lejos su pasado como saxofonista de Beck: mientras construía una interesante carrera con su proyecto Brazzaville –del cual este East L.A. Breeze es su quinto trabajo de estudio– Brown ha ido dando vueltas por el mundo, reflejo de su alma nómada y medio judía. Hace muchos años recibió una postal de un amigo donde aparecía una ciudad “vista desde arriba cuyos bloques de pisos parecían panales de miel”. Cuando descubrió que se trataba del barrio del Eixample de Barcelona se guardó estas referencias en su cabeza, y en el año 2003, momento que decidió abandonar Estados Unidos, pasó por diversas ciudades europeas pero acabó en la Ciudad Condal. Una vez instalado aquí terminó las canciones de Hasting streets, disco aún inédito (excepto en Rusia, ya se verá por qué) que Brown quiere publicar el año que viene en España, y no fue hasta finales del 2004 que empezó a trabajar en su primer disco enteramente barcelonés. “Tardé más tiempo de lo previsto en grabarlo porque no me gustaba el sonido del estudio donde tocaba entonces. No fue hasta que me decidí por conseguir un estudio propio que no me decidí a grabar East L.A. Breeze”. Y en esta ocasión, a diferencia de la bossa-nova, lounge-jazz y atmósfera noir de sus primeros álbumes le salieron unas canciones más cercanas al pop. “Las cambios de este disco respecto a los anteriores no son conscientes. Yo solamente me limito a escribir las canciones que me vienen durante un período que normalmente suele ser de dos años. Supongo que como nada es estable, en la naturaleza, tampoco lo es ni la música y el arte, que van evolucionando”. Si la forma cambia ligeramente, los temas que han despertado la creatividad de David Brown han sido más o menos “los mismos de la mayoría de mis canciones: la brevedad de la vida, la necesidad de escapar de uno mismo y una cierta nostalgia por la ciudad de Los Ángeles donde crecí, que ya no existe”. El ritmo vertiginoso de la sociedad actual es una de las constantes del álbum, que sin embargo no preocupan a su autor porque “este mundo es solamente una etapa de nuestra vida donde aprendemos cosas”. Una de las canciones más sorprendentes del disco es “Star called sun”, versión de un grupo de culto ruso, Kino –desaparecido tras la muerte de su vocalista, Victor Tsoi–, que funciona como homenaje no solamente al difunto sino a un país que ha acogido los discos de Brown mejor que el resto del mundo gracias a que el crítico musical Artemi Troitski empezara a pinchar en la radio las canciones de Somnambulista (South China Sea, 02). “Quizá hayamos conectado tan bien con el alma rusa porque tienen una alma melancólica y romántica como yo”. Y en este caso también buen gusto musical, añadiríamos.



Publicat a Mondosonoro (2006)

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